Young folks
- Por: Miriam Zirdok Smeke
- 17 may 2016
- 2 Min. de lectura

La juventud y el deseo... Capricho, capricho, oí decir a mi madre miles de veces.
Sí, pero lo necesito... Obsesión hija mía, obsesión.
Sí, pero, creo que lo amo...No me vengas con cuentos, tú no sabes nada del amor aún.
Sí, pero no creo, lo amo, estoy plena y perdidamente enamorada de él... No lo conoces ni a él, ni al amor.
Sí, pero...
Hasta que entendí que mis argumentos eran inútiles,
¿Hablaba de amor, de necesidad, de plenitud?.
Y lo entendí, miles de veces me lo dije a mi misma.. El amor es un sentimiento más allá del placer emocional, es la plenitud en todos sus aspectos, una entrega incondicional en lo perfecto y lo imperfecto, un recibimiento de lágrimas y sonrisas con los brazos abiertos.
Indiferente a mis pensamientos, a mi verdad, lo seguí amando a mi manera.
Y así iba, como una loca enamorada del viento, amándolo por ser él, el hombre más hermoso ante mis ojos sobre la faz de la tierra.
Y lo amé con lágrimas y con agonía.
Lo amé, lo quise, lo acaricié tantas veces quise yo, soñándolo en cada ocasión.
Y el tiempo fue pasando, y mi "amor encaprichado" ahí seguía.
Me seguía a donde fuese, no importaba si iba sola o acompañada... Él ahí siempre estaba.
De tarde, media tarde, noche, mañana, hasta en los amaneceres más perfectos olía su fragancia en vez del rocío perfecto de una primavera desbordada.
Hasta que llegó el invierno por segunda vez... El frío lo congela todo, hasta un corazón adolorido. Y se fue derritiendo esa parte de mi corazón que tanto yo deseaba, ese hombre que me acompañaba se fue perdiendo en el tiempo, en el horizonte, en las banquetas esquinadas.
"Adios amor mío" recuerdo susurrarle al oído la última vez que bailamos el vals frente a mi espejo.
Y de vez en cuando, hoy en día sigo oyendo su eco.
Pero solo para recordarme que lo quise... que lo amé... Y fue mío en un momento en el tiempo.
Pero también para decirme que la vida, está llena de momentos, y el aferrarse a deseos perpetuos te mantiene inmóvil frente a nuevos retos.
Hasta hoy lo amo, pero solamente como un lindo recuerdo...
Y él es el retrato perfecto de lo que es la juventud y sus deseos más bellos.
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