¿En dónde?

Me encantaría escribirte poesía y elevarte hasta los cielos con un vocabulario hermoso y complejo. Pero hoy, solo te voy a escribir.

Te vi en mis sueños, otra vez, tus ojos me transportaron a ese día en el cual nos conocimos, llenos de ansias, de ilusión.

Tus ojos siempre me recuerdan a esas citas dónde no me dejabas de mirar, en las que me decías cuánto me amabas. Tus labios, perfectos, como los de un semi-dios griego.

Te vi de nuevo en mis sueños, como de costumbre, con un porte de príncipe.

Y no te quería dejar ir, no quería despertar.

¿Serás diferente hoy en día?, ¿será que el tiempo ya traiciono esos lindos recuerdos míos y los transformo en un ser humano distinto?, suele suceder.

Pero llega la noche, y te amo amor mío, te amo más que antes, antes que los años pasaran. Y llega el día y te olvido, y no te busco.

Y no te hablo. Y no te pienso, a veces.

Y cuando te pienso, te busco en mis recuerdos, y te encuentro, y a veces, no.

Sé que te quise, y mucho.

Pero trato de dejarte ir, de no aferrarme a ti, de no tocarte con mi recuerdo.

Y en las noches de soledad, ahí estás en mi recuerdo, abrazándome, dándome calor.

Y me siento feliz, plena, llena. Soy una soñadora empedernida.

Y al despertar despierto a mi vida.

Y es solo eso, vida.

Y no se como sentirme al respecto.

Estoy viva, ¡qué maravilla!.

Estoy viva, pero sin ti, ni me viene ni me va, ¿qué sentido tiene una vida común y corriente?.

¿Dónde quedó la aventura con la que soñamos tú y yo?

¿Y los besos que nos prometimos?

¿Y los saludos que nos faltaron?

¿Y desvelarnos hablando de la luna y sus cualidades, defectos y misterios?

¿Dónde quedamos tú y yo?

¿En dónde?