Armando sueños
- Por: Miriam Zirdok Smeke
- 14 ene 2016
- 1 Min. de lectura
Me encuentro con las manos ocupadas,
una pluma sencilla de tinta negra,
una mano con ansías de comenzar a rayar el papel;
Y de pronto, te recuerdo...
Tan hermoso, tan único, tan tú...
Sigo con las manos ocupadas,
muchos colores, rojo y azul
pasión y serenidad,
y te recuerdo amor mío,
éramos pasión, no puedo encontrar otra palabra para describir lo que fuimos,
pero como me serenabas,
que paz me transmitía saberme tuya,
y saberte mío.
Tengo las manos ocupadas y desocupadas al mismo tiempo,
tratando de recrearte en mi memoria,
aunque mis manos estén a mis costados,
y yo éste acostada,
y las colchas me lleguen por debajo de la barbilla,
Y yo esté dormida, soñando con recrearte a como de lugar,
estoy con las manos ocupadas,
soñando en todo lo que pudiste llegar a ser,
pudimos,
y se que eres todo lo que te propusiste en ese entonces,
pero sin mí,
Y mis manos siguen ocupadas,
y no te creo,
y no te pinto,
y no te escribo,
Pero mis manos en mis sueños te crean, te pintan y te escriben, todas con una sola intención... Recuperarte.
porque el que fuiste existe, solamente en mi imaginación,
porque cuándo despierto, y no estás
ya no quiero escribirte, ni dibujarte, ni pensarte,
porque sé que estás allá afuera,
con las manos ocupadas,
pero tú no me escribes,
tú no me dibujas, no me creas
sabes que yo sigo aquí,
y siempre tengo las manos ocupadas con algo más,
pensando en tí.

Comentarios